Definitivamente la evaluación del aprendizaje no es fácil, el estudio sobre temas y problemas concernientes a la evaluación del aprendizaje ha permitido comprobar, durante los últimos años, las dificultades que enfrentan al realizar una evaluación las personas que han confundido algunos conceptos elementales en este campo de estudio.
La falta de claridad o precisión conceptual ha motivado a elaborar un planteamiento de lo que, representa la base conceptual indispensable para comprender y evaluar el aprendizaje.
La evaluación se puede entender como el proceso mediante el cual se emite un juicio de valor acerca del atributo en consideración. También se ha definido como el proceso que recaba información pertinente para tomar decisiones.
La medición del aprendizaje es compleja y relativa, entre otras razones, porque el aprendizaje no tiene nunca un valor cero (por poco que se sepa, algo se sabe), el cual representa el punto de partida para cualquier medición. Además, es difícil tener un patrón válido de comparación. Con frecuencia se usa como patrón el número de preguntas de las pruebas y, con base en él, se efectúa la medición. Por ejemplo, se obtuvieron 20 respuestas correctas de un total de 25 preguntas.
Con todas sus limitaciones, la medición del aprendizaje proporciona una base para la evaluación y, si se realiza con fundamento, llega a ser una base bastante firme.
Evaluar el aprendizaje cumple varias funciones, siendo algunas de ellas:
Retroalimentar a profesores y alumnos acerca de las deficiencias del aprendizaje y sentar las bases para su superación, Motivar el estudio, Calificar el aprendizaje.
En varias ocasiones la evaluación del aprendizaje se interpreta como diferente de la calificación o asignación de notas. Asimismo, la evaluación es el proceso que analiza los obstáculos y dificultades del acaecer del aprendizaje, mientras que la acreditación o calificación es el proceso administrativo a través del cual se manifiesta el aprendizaje logrado, y así, se otorga una calificación que responda a los requerimientos institucionales.
Evaluación del aprendizaje y sus procedimientos
Los procedimientos también se han confundido con la evaluación; los que se siguen para evaluar pueden clasificarse fundamentalmente en dos categorías:
Procedimientos asistemáticos. Se refiere a los procesos que se llevan a cabo continuamente durante la clase, o en cualquier situación de enseñanza-aprendizaje, aunque el profesor no se lo proponga en forma explícita.
Los gestos, las miradas, las preguntas de los estudiantes, indican el grado de comprensión de un tema. También las respuestas dadas por los alumnos a las interrogantes planteadas por el profesor, que pueden ir desde la trillada “¿Quedo claro lo que dije?” hasta las correspondientes al contenido de lo enseñado, reflejan la comprensión alcanzada.
Los procedimientos asistemáticos proporcionan información que retroalimenta el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero resultan incompletos para otorgar una calificación,
Procedimientos sistemáticos. Los pone en práctica el profesor en forma programada e intencional, independientemente de las técnicas que utilice.
Los procedimientos sistemáticos proporcionan información que retroalimenta el proceso de enseñanza y aprendizaje, sirven de base para la calificación.
Evaluación del aprendizaje y sus modalidades
Las modalidades más comunes de la evaluación del aprendizaje son dos: evaluación por normas y evaluación por criterios
Por lo tanto se concluye que a partir de estos aspectos y si consideramos al hecho de evaluar como la comparación entre dos respuestas a dos preguntas, una normativa y una descriptiva; es decir ¿Que debo enseñar? y ¿Qué estoy enseñando?, al comparar estas dos preguntas respetando la normatividad entre mas se igualan se cumple dicha normatividad en caso contrario no se cumple.
Además en la mayoría de las ocasiones, el docente por economizar en tiempo, reduce los contenidos del curso, cuya única finalidad es concluirlo al cien por ciento.
La falta de claridad o precisión conceptual ha motivado a elaborar un planteamiento de lo que, representa la base conceptual indispensable para comprender y evaluar el aprendizaje.
La evaluación se puede entender como el proceso mediante el cual se emite un juicio de valor acerca del atributo en consideración. También se ha definido como el proceso que recaba información pertinente para tomar decisiones.
La medición del aprendizaje es compleja y relativa, entre otras razones, porque el aprendizaje no tiene nunca un valor cero (por poco que se sepa, algo se sabe), el cual representa el punto de partida para cualquier medición. Además, es difícil tener un patrón válido de comparación. Con frecuencia se usa como patrón el número de preguntas de las pruebas y, con base en él, se efectúa la medición. Por ejemplo, se obtuvieron 20 respuestas correctas de un total de 25 preguntas.
Con todas sus limitaciones, la medición del aprendizaje proporciona una base para la evaluación y, si se realiza con fundamento, llega a ser una base bastante firme.
Evaluar el aprendizaje cumple varias funciones, siendo algunas de ellas:
Retroalimentar a profesores y alumnos acerca de las deficiencias del aprendizaje y sentar las bases para su superación, Motivar el estudio, Calificar el aprendizaje.
En varias ocasiones la evaluación del aprendizaje se interpreta como diferente de la calificación o asignación de notas. Asimismo, la evaluación es el proceso que analiza los obstáculos y dificultades del acaecer del aprendizaje, mientras que la acreditación o calificación es el proceso administrativo a través del cual se manifiesta el aprendizaje logrado, y así, se otorga una calificación que responda a los requerimientos institucionales.
Evaluación del aprendizaje y sus procedimientos
Los procedimientos también se han confundido con la evaluación; los que se siguen para evaluar pueden clasificarse fundamentalmente en dos categorías:
Procedimientos asistemáticos. Se refiere a los procesos que se llevan a cabo continuamente durante la clase, o en cualquier situación de enseñanza-aprendizaje, aunque el profesor no se lo proponga en forma explícita.
Los gestos, las miradas, las preguntas de los estudiantes, indican el grado de comprensión de un tema. También las respuestas dadas por los alumnos a las interrogantes planteadas por el profesor, que pueden ir desde la trillada “¿Quedo claro lo que dije?” hasta las correspondientes al contenido de lo enseñado, reflejan la comprensión alcanzada.
Los procedimientos asistemáticos proporcionan información que retroalimenta el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero resultan incompletos para otorgar una calificación,
Procedimientos sistemáticos. Los pone en práctica el profesor en forma programada e intencional, independientemente de las técnicas que utilice.
Los procedimientos sistemáticos proporcionan información que retroalimenta el proceso de enseñanza y aprendizaje, sirven de base para la calificación.
Evaluación del aprendizaje y sus modalidades
Las modalidades más comunes de la evaluación del aprendizaje son dos: evaluación por normas y evaluación por criterios
Por lo tanto se concluye que a partir de estos aspectos y si consideramos al hecho de evaluar como la comparación entre dos respuestas a dos preguntas, una normativa y una descriptiva; es decir ¿Que debo enseñar? y ¿Qué estoy enseñando?, al comparar estas dos preguntas respetando la normatividad entre mas se igualan se cumple dicha normatividad en caso contrario no se cumple.
Además en la mayoría de las ocasiones, el docente por economizar en tiempo, reduce los contenidos del curso, cuya única finalidad es concluirlo al cien por ciento.
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