martes, 9 de diciembre de 2008

Mi confrontaciòn con la docencia

Después de haber realizado la lectura del texto “la aventura de ser maestro “de José M: Esteve de la Universidad de Málaga. Revise y analice el escrito “Mí confrontación con la docencia”, encuentro que, son muchos los factores que inciden en nosotros para decidir ser profesores, enfrentándonos a la inexperiencia de la juventud pero convencidos de nuestro quehacer permitiéndonos equivocarnos y corregir lo cual va formando parte de nuestra maduración tanto personal como profesional, sin dejar de aprender de nuestros alumnos, de nuestros compañeros, de nuestra institución y de la comunidad que nos rodea. Me conmovió el escrito pensar y sentir, en donde dice “Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”, refiriéndose a Miguel de Unamuno. Comparto este pensamiento ya que describe perfectamente nuestra actividad en las aulas tomando en cuenta que se convierte en un estilo de vida, y en automático lo aplicamos en todos los ámbitos en nuestro entorno, de tal manera que nuestro comportamiento es tan obvio que algunas personas se atreven a decir “Dejaras de ser maestra”, Por otro lado las materias que imparto requieren del desarrollo de este tipo de sensibilidad, la matemática pensar y la física sentir situaciones que además provocan en los jóvenes el desarrollo humano y creativo tan necesario para inducir la complejidad del pensamiento al que se refiere Edgar Morín, en “Los siete saberes necesarios para la educación de futuro”.

1 comentario:

Jorge Malacara dijo...

Norma, el ser maestro tiene muchas implicaciones, desde vocacionales hasta de mera subsistencia. Ojalá y quienes nos dedicamos a la docencia independientemente de cuál sea nuestra motivación para ejercerla tomemos en cuenta el importantísimo papel que tenemos en la transformación de la sociedad, ¿no te perece?